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el periodico de saltillo
Abril 2015
Edición No. 314


Jericó y las lecturas astrales Radiografía de un farsante

La luna y un sol rojizo, definen a Jericó Abramo Masso como un servidor público farsante, pero que gusta rodearse de personas que le hacen su chamba. Es carismático pero no auténtico, es simplemente un simulador y demagogo. Copió, y aplica todo lo que le aprendió a su mecenas político, Humberto Moreira Valdés.

Jericó, quien aspira a una diputación federal por segunda ocasión por el PRI, se hizo de una fortuna personal en la Presidencia Municipal de Saltillo, como regidor durante la privatización del Simas y en sus cuatro años como alcalde saltillense. Por oportunista se alejó de quien lo formó políticamente, incluso su mecenas, Humberto Moreira, terminó toda relación con “El Traidor” de Jericó, como lo apodaron los moreiristas.

Para entonces, Jericó ya se había cansado de decir que él no le debía nada a Humberto y a Rubén, pues les había comprado todos los puestos que había tenido durante el sexenio de Humberto Moreira. También el inmaduro de Jericó hizo encabronar a su jefe, al que le lamía las suelas de los zapatos, insistiendo que él dejaría deuda cero en el ayuntamiento, mientras Humberto era linchado mediáticamente por la megadeuda que como gobernador le heredaba a Coahuila. Por ese motivo, dicen, Humberto ya no quiso tener trato con él, ni siquiera lo recibió cuando fue a darle el pésame por el asesinato de su hijo Eduardo.

Nacido un 17 de octubre de 1975, y cobijado bajo el signo zodiacal Libra, Jericó siempre ha sido inquieto y extrovertido. Una estrella del horizonte clasifica a Abramo Masso con poca capacidad mental y teórica desde su juventud, de allí su principal rasgo que lo distingue: la ignorancia. Los hechos no mienten, Jericó tuvo que renunciar a las universidades de prestigio porque nunca tuvo el hábito de estudiar, por eso se vio obligado a dejar una institución educativa de prestigio para incorporarse a la Universidad Autónoma del Noreste.

Si Jericó Abramo desea salir triunfante de los retos que enfrentará el presente año, es necesario que deje de ser ese hombre que le gusta lucirse y ser el centro de atención. Y sobre todo que deje de ser manipulado por sus amigos y familiares, porque todo esto revela que no tiene capacidad para pensar, decidir y crear. Es hora que el nieto de Jorge Masso (qepd) aplique su estilo propio de hacer política y dejar atrás lo glamoroso y olvidar por siempre los gastos excesivos que está acostumbrado hacer.

El astro de la noche le aconseja a Jericó que deje de ser inmaduro al momento de tomar decisiones importantes, porque esto le podría ocasionar una descalificación por sus mismos compañeros del partido al que está afiliado desde hace años. Aunque no lo quiera aceptar, de un tiempo acá Jericó Abramo Masso ambiciona el poder, es terco y en ocasiones su cerrazón ha sido causa de muchos conflictos entre funcionarios cuando fue alcalde. Quienes conviven con él en ocasiones se quedan sorprendidos porque el descendiente de la familia Masso ya no es el mismo de años atrás.

Lo que enfrentará Abramo Masso de aquí en adelante, serán mentiras, hipocresía, doble cara y simulación. Le asegurarán apoyarlo en la campaña, pero no será así. Pero que puede esperar este político, si la luna perjudicará su comunicación más fuerte, aunque la humildad no se le da, tratará de impactar a la sociedad con ese rasgo tan hipócrita muy característico en él.

Jericó nació con un estigma y una sombra de desgracia y dolor. Su empeño de salir adelante y vender proyectos al mejor postor le causará conflictos, que le provocará la pérdida de razón, siendo señalado hasta el final del recuerdo.

Va a sentir la necesidad del apoyo de sus amigos y amigas en fecha próxima, pero su despotismo lo dejara solo. Sin embargo, compromisos políticos le serán cobrados en este año. Jericó es hasta ahora alguien que deja mucho que decir por su incongruencia en sus palabras y acciones.

Contra todo lo que se pueda decir, Abramo Masso tiene una pasividad que lo hace un hombre débil de carácter y poca iniciativa propia. Jericó está acostumbrado solo a lo bueno, querrá hacer alianzas que lo dejarán mal situado por su ambición política, incluso si no toma sus precauciones, podría traicionar a su partido por beneficiarse personalmente y familiarmente.

Jericó es de naturaleza mezquina y pocos progresos personales, su espiritualidad no lo lleva de la mano, su costumbre de tomar ventaja lo hace un hombre insensible y materialista. Definitivamente la mala suerte perseguirá a Jericó Abramo Masso en los próximos meses y los conflictos aumentarán. Su vanidad sufrirá reveses. Se confirma su poco desarrollo intelectual. Se incrementará su despotismo…

 
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